La Campanula rotundifolia es una pequeña florecilla silvestre que crece en prados y pastos, que a pesar de ser conocida como Campanilla de Irlanda, es bastante común en las zonas mediterráneas, en la cordillera cantábrica y también son muy comunes en las montañas de Europa Central.
No solo crecen en la campiña, sino también, es frecuente encontrarlas entre rocas y flanqueando los brozales de los caminos.
Se trata de una planta de la familia de las campanuláceas, una especie perenne con tallo delgado, que puede crecer hasta los 50 centímetros.
Sus hojas son redondeadas en la parte cercana a la base del tallo, pero conforme se alejan de ésta, y cuanto más se acercan a la flor, se van volviendo tubulares, lanceoladas, hasta llegar a ser lineales.
La flor es una delicada campanilla de color azul violeta, está compuesta por cinco pétalos redondeados sujetos a un sépalo estrecho y doblados ligeramente hacia atrás. Las flores suelen crecer de forma individual, o algunas veces arracimadas. La floración se produce desde primavera hasta otoño.
Es una planta capaz de desarrollarse en suelos pobres en nutrientes, pero no tolera bien el exceso de humedad ni los encharcamientos, solamente crece sana en suelos bien drenados.
Soporta bien las heladas, es por ello que crece en zonas de montaña.
En cuanto a la luz, no es demasiado exigente, admite la exposición directa al sol como espacios con iluminación indirecta.
Vía: plantasyjardines.es :-: Autor: Flordeguisante
