Nombre común: Manta india – Gallardia – Gailardia
Pertenecientes a la familia Asteraceae, estas son plantas de abundante floración, muy apreciadas por los jardineros a causa de sus flores multicolores y el extraordinario resultado en jardines muy soleados y suelos algo arenosos.
El género comprende plantas anuales y vivaces, en su mayor parte originarias de América Central. Todas las variedades de Gallardia incluidos los híbridos, gozan de colores de intensa y brillante tonalidad.
Su periodo de floración es bastante prolongado, extendiéndose desde finales de junio hasta finales de agosto. Su ciclo vital concluye cuando comienza el frío intenso que es incapaz de soportar.
Se cultivan sobre todo, dos tipos de Gallardia para jardín, por un lado están las de porte alto que miden entre 70 y 80 cm. y son muy adecuadas para el corte y composiciones florales, y las de crecimiento bajo y compacto que no rebasan los 20-30 cm. y forman inmensas matas muy adecuadas para la composición de macizos.
Aunque no son exigentes respecto a los suelos, para un buen crecimiento, las Gallardias requieren un suelo poroso y que no retenga agua. El exceso de agua en el sustrato suele ser su mayor problema en su cultivo.
Las flores tienen un diámetro de entre siete y diez centímetros, y están reunidas en cabezuelas bastantes grandes con un disco de color púrpura y lígulas amarillas, generalmente teñidas de color púrpura en la base.
Sus llamativas flores de intenso color amarillo, naranja, rojo, solos o mezclados, poseen en forma globosa muy característica. La floración se presenta inmejorable para utilizar como flor seca.
Las flores surgen abundantemente de forma solitaria, crecen en tallos largos por encima de las largas hojas de color verde intenso, son lanceoladas, lobuladas y algo pilosas. El follaje pasa desapercibidos ante la vistosidad de la floración.
Tolera la sequía y requiere pleno sol para florecer de manera copiosa. Tiene una buena resistencia al calor y soporta periodos cortos de sequía.
La combinación de calor y humedad puede dar lugar a diversas enfermedades, lo mejor es vigilarla regularmente.
Resulta bueno dividirla cada dos años para mejorar las matas, esto también se reflejará en su floración.
Las plantas se mantienen exclusivamente 2 ó 3 años en los macizos, periodo tras el cual, hay que remplazarlas.
Cuando se encuentra en contenedores es preferible desecharlas acabada su periodo vital.
Se puede comenzar su cultivo en semilleros sin cubrir las semillas y replantarla en su lugar definitivo comenzada la primavera. Generalmente las semillas tardan entre 14 a 21 días en germinar.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira