El ambiente en el que se encuentren puede producir tensión en la planta, especialmente cuando las condiciones climáticas son secas y cálidas.
Este hallazgo sugiere que los modelos usados para la medición del impacto de la sequía en diferentes ecosistemas hoy en día, deben ser refinados para poder tener en cuenta y con mayor precisión qué papel juega la baja humedad atmosférica. El efecto se volverá más importante en el futuro mientras el clima de la Tierra se va haciendo más cálido y seco en algunas zonas del mundo.
Nos confirman que a medida que los niveles de humedad van bajando, las plantas pueden ser menos eficaces en la eliminación del carbono de la atmósfera, reduciendo la capacidad natural que tienen para poder compensar el cambio climático.
Además, afirman que las estrategias agrícolas de gestión como puede ser el riego que mejora la humedad del suelo, tienen un efecto mucho menor sobre la humedad ambiental, siendo menos eficaces en el futuro.
El tiempo seco y las altas temperaturas pueden afectar a las plantas de varias formas gracias a los intercambios de la humedad que tienen con el suelo y la humedad relativa en la atmósfera. La humedad del suelo tiene la capacidad de abastecer de agua a las plantas y la baja humedad relativa puede crear una demanda que hace que las plantas exijan más agua.
Si se vive en zonas cálidas y secas, es importante controlar no solo el agua de riego de las plantas sino también la de la humedad relativa en el aire para hacer que las plantas puedan vivir en las mejores condiciones posibles.
Vía: plantasyjardines.es :-: Autor: Sankara