Nombre común: Passiflora – Pasionaria amarilla
Todo el grupo que conforma las Passifloras son distinguidas por sus originales flores, esto ha llevado a emplear muchas de ellas como plantas ornamentales.
En la rareza de sus flores es donde se encuentra la fascinación de esta planta, con una belleza peculiar es una de las floraciones más atractivas de la naturaleza; las flores de esta familia son bastante semejantes entre ellas.
Sin duda la especie más popular es la P. edulis merced a sus sabrosos frutos conocidos como Maracuyá. Pertenecen a la familia de las Passifloraceae.
Una buena parte de las Passifloras son nativas de América, esta especie que nos ocupa es natural de Australia, Nueva Guinea y diversas islas del Pacífico.
Son plantas propias de las áreas tropicales y subtropicales del mundo.
Posee largos tallos flexibles y trepadores, con un crecimiento escalador bastante vigoroso gracias a los zarcillos que emplea para aferrarse a cualquier estructura por la que ascenderá de forma cómoda.
Las flores no se abren completamente, antes de abrir muestran una tonalidad amarillo cremoso que luego se oscure hasta alcanzar un amarillo anaranjado, la parte interna es mucho más clara.
Las flores tienen una prominente corona de filamentos de color verde. La floración ocurre en primavera pero puede aparecer en otros periodos del año, por norma la mata logra florecer hasta casi finalizar el verano.
La naturaleza de la planta da lugar a que prospere en contenedores, esta eventualidad hace que la planta se pueda situar en un terraza o patio. Una galería soleada es un emplazamiento excelente.
Le gusta los climas templados, donde no tenga que enfrentarse al frío invernal, si existe el riesgo de que la planta tenga que sufrir los rigores del invierno es preferible situarla contra un muro o en cualquier posición protegida.
Hay que regarla de manera que el sustrato conserve siempre cierta humedad. No conviene abusar de la alimentación, abonar ocasionalmente cuando está en flor pero no en otro tiempo.
Las plantas mantenidas en contenedores admiten múltiples tipos de soportes orientadores, son fáciles de encontrar en centros especializados. En todo caso, siempre hay que acomodarlos mientras la planta es pequeña, luego se hace más engorroso.
Produce unos frutos ovoides de unos 5 cm. de longitud, de color verde pálido y rosáceos cuando maduran, portan numerosas semillas negras.
Estos frutos no se emplean como alimento por no tener un sabor demasiado agradable.
Se poda suavemente antes de que finalice el invierno, eliminando los tallos débiles y cortando un tercio los robustos.
Para la propagación se utilizan las semillas, sembradas en primavera en un suelo arenoso mantenidas a una temperatura cálida y estable, o bien por esquejes de tallos jóvenes entre abril y septiembre.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira