Sinonimia: Plectranthus – Plectranto
Flor de espuela zulú – Flor de espuela
Este pequeño arbusto de crecimiento ágil, demuestra una excelente capacidad para originar tal riqueza desmesurada de flores que puede resultar sorprendente, amén del hermoso contraste entre sus flores y follaje.
Es un flamante cultivar producido desde hace solo unos cuantos años, con muy buena acogida por los amantes de las plantas de floraciones largas y mantenimiento básico.
Pertenece a la familia de las Lamiaceae, que a su vez recoge a unos cuantos cientos de géneros con miles de especies.
Por su procedencia es así mismo una planta que requiere de lugares con una cierta humedad, en su origen se desarrolla en espacios húmedos localizados en el sur de África.
Si se quiere dar un toque de color en el jardín, esta planta no defraudará.
Se presta de igual manera a ser cultivada en suelo de cualquier jardín con un suelo rico en nutrientes, como cuando se establece en un contenedor.
Incluso prestará un buen rendimiento en una ubicación de interior, sólo hay que buscarle un lugar con una buena ventilación e intensa luminosidad.
Tiene una naturaleza perenne y es capaz de formar matas erguidas de cierto volumen sin apenas prestarle atención gracias a su facilidad de cultivo.
No es especialmente fácil localizar esta planta a la venta en todos los viveros; eventualmente se consigue en viveros especializados o venta por internet.
Algunas especies del género son especialmente apasionadas del sol, pero en el caso de esta planta, prefiere las situaciones de luz intensa, pero alejada de sol, al menos en los periodos más tórridos del año.
En algunas regiones donde el clima es muy moderado y el sol no incide con intensidad, se puede colocar esta planta en una zona soleada.
Tanto la influencia de un sol suave o una luminosidad intensa en la sombra, hará que el follaje adquiera un tono intensamente oscuro.
En el follaje destaca su intensa tonalidad verde oscuro, aunque existen variedades con bastante más claros.
Foto de: https://bexar-tx.tamu.edu/
Las hojas son grandes, gruesas, de forma ovalada con los bordes dentados, la superficie vellosa y el envés de color púrpura intenso.
Las delgadas varas florales de color verde negruzco, semejan alambre y superan con mucho al follaje.
Estas se colman con tal exuberancia de flores que sólo se logra percibir una formidable pincelada de color azul celeste en unos casos o púrpura intenso en otras variedades.
No sólo asombrará la abundancia de su floración, si no, además, el largo ciclo que dedica a hacerlo, pudiendo comprender un periodo de numerosos meses del año.
Aunque para ello tendrá que encontrarse en una región con un clima anual cálido.
Necesita riegos regulares, no demasiado abundantes pero sí de forma que mantenga siempre una cierta humedad, sin saturar el terreno.
No le gusta que le mojen el follaje, ya que los pelillos retienen el agua y ocasiona manchas o pudrición sobre las hojas.
Aunque puede soportar una situación corta de sequía es preferible no hacerla pasar demasiado a menudo por esa eventualidad.
En época invernal o de escaso calor hay que regarla de modo más comedido. Tampoco hay que abonarla durante este periodo.
Esta Plectranthus no soporta en absoluto el frío, es más, por lo general, es la razón principal por lo que la planta muere.
Razón por la cual, en cuanto comience a bajar las temperaturas es el momento de protegerla en un lugar templado o ampararla y cubrirla con algún material que la aísle del frío hasta la llegada de la primavera.
Finalizada su floración es una buena oportunidad para practicar un recorte sobre los tallos demasiado largos y darle una forma adecuada.
A la hora de multiplicarla la mejor opción es mediante esquejes. Si se emplea hormonas de enraizar agilizará la etapa de arraigo.
Vía: plantayflor.blogspot.com.es/ :-: Autor: Carmen Pereira