Esta planta perenne, de la familia de las Commelinaceas, es bastante utilizada para tapizar superficies u ornamentar jardineras por su llamativo color púrpura o morado oscuro y por no precisar demasiados cuidados.
Es originaria de México y está formada por tallos herbáceos que crecen inicialmente erguidos hasta alcanzar una longitud que los hace caer y continuar su crecimiento a ras de suelo o colgando de estar la planta colocada en superficies altas.
Los tallos pueden llegar a medir hasta 80 cm o un metro y están cubiertos por hojas alargadas de color púrpura, con filos rosados y una ligera pelusilla por toda su superficie.
Desde primavera hasta otoño, la purpurina florece, ocasionando pequeñas flores rosadas de tres pétalos con largos estambres.
Es una planta muy fuerte, que aguanta una oscilación térmica de -3 grados hasta más de 30. De cualquier forma, conviene protegerla de las heladas y de la exposición directa al sol durante demasiadas horas, aunque la luz dará intensidad al color de sus hojas.
Se multiplica muy bien por esquejes, que pueden plantarse de primavera a otoño.
En cuanto a las plagas, es una planta bastante resistente, aunque en ocasiones, puede atacarla la mosca blanca.
Vía: plantasyjardines.es :-: Autor: Maika
