Con el nombre científico de Epiphyllum anguliger se conoce a esta suculenta de la familia de las cactáceas, una preciosa planta originaria de Centroamérica, concretamente Méjico. Se trata de una especie que ha visto amenazada su reproducción en libertad, por culpa de la deforestación y los incendios, por lo que se encuentra protegida dentro de la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.
Conocida también como cactus Ric Rac, la Epiphyllum anguliger presenta tallos planos y lobulados, con forma de sierra, que pueden llegar a medir hasta 30 centímetros de longitud por tres o cinco de anchura. Funciona muy bien como planta colgante, ya que los tallos, al ser carnosos, pesan y tienden a arquearse, por lo que es muy recomendable su cultivo en cestas o macetas que aporten a nuestros espacios un toque decorativo.
La Epiphyllum produce flores que brotan de la punta de los tallos, sostenidas por su propio pedúnculo. Son nocturnas, es decir, que se abren por la noche y permanecen cerradas durante el día y tienen un aroma dulce, muy agradable. Su color suele ser blanco, aunque pueden darse algunos casos de tonalidades amarillas o rosadas.
Como a la mayoría de los cactus, es una planta que necesita calor, por lo que no es recomendable que soporte temperaturas por debajo de los 12 grados, es por ello, que suele cultivarse como planta de interior.
Tampoco necesita demasiada agua, pudiendo prolongarse los riegos hasta una semana en verano y un mes en invierno, vigilando siempre que el sustrato drene bien y no mantenga en exceso la humedad. Necesita mucha luz, pero prefiere que no sea directa del sol.
Se reproduce muy bien mediante esquejes.
Vía: plantasyjardines.es :-: Autor: Flordeguisante