Otros nombres: Geranium armenum – Geranio armenio
A la enorme multitud de especies que conforman el grupo de Geranios y de los que muchos de ellas crecen de forma salvaje, hay que sumar los innumerables híbridos que se pueden encontrar en la actualidad.
Su origen se encuentra en el nordeste de Turquía, Rusia, Georgia y el Cáucaso. Pertenece a la familia Geraniaceae.
El geranio armenio es perfecto para la formación de macizos, borduras, o cobertura de suelo.
Los Geranios son plantas resistentes, conocidas por la facilidad de cultivo y a las que cualquier tipo de suelo les va bien para desarrollarse, y todas proporcionan una abundante floración a lo largo de todo el verano.
Esta es una planta herbáecea perenne, de rápido crecimiento y que goza de una buena resistencia propia del grupo, es reconocida su capacidad para soportar periodos de frío, lo que hace que pueda permanecer todo el año a la interperie.
Entre tanta variedad de especies se encuentran las que requieren de un pleno sol de forma incesante para alcanzar una potente floración y otras que prefieren emplazamientos sombreados y hasta moderadamente frescos.
Este es el caso del G. armenio, al que le gusta las situaciones de semi-sombra y los suelos con una cierta humedad y moderadamente fértiles.
Es aconsejable cultivar esta planta protegida de los rayos solares directos en las zonas de veranos muy calurosos.
Sus grandes hojas palmeadas de color verde intenso se tiñen de una tonalidad rojiza en el otoño, esto le confiere una atractiva apariencia.
Los delgados pero fuentes tallos alcanzan los tallos 70 cm de altura, aunque en algunas ocasiones las plantas que cuentan con varios años pueden lograr un tamaño mayor.
La floración constituye un auténtico espectáculo de color y bello contraste que origina el rico verdor de sus hojas y las flores de color púrpura azulado con un circulo central negro.
La planta comienza a florecer hacia el final de la primavera y lo sigue haciendo hasta entrado el otoño.
Es bueno ir quitando todo el material seco que se ocasione durante su periodo vegetativo, ayudará a mantener la mata saneada y con una adecuada apariencia.
La propagación no presenta problemas, se puede realizar mediante la división de la mata en primavera, o a través de esquejes. Otro método seguro es a partir de semillas.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira