Philodendron «Birkin» – Philodendron «Ola blanca»
Esta variedad de Philodendron es el resultado del cruce de diferentes especies, por lo tanto es fruto de un híbrido.
Pese a su moderado tamaño posee una impresionante belleza.
Cumplirá ampliamente su condición decorativa, de la misma forma que lo hacen todas las especies que constituyen este amplio grupo.
Estas fantásticas plantas de la familia de las Araceae proceden de bosques tropicales. Producen hojas siempre verdes, conformando un grupo grande y sorprendente.
La Philodendron Birkin es de pequeño tamaño y crecimiento pausado. Lo más destacado son sus grandes hojas realmente ornamentales.
Estas surgen de un eje común y largos peciolos, son gruesas, con forma de corazón, lustrosas, con finas líneas de color cremoso que surgen del nervio central.
El contraste de las diferentes tonalidades de verde sobre sus hojas además de las líneas que jalonan la superficie la hacen especialmente atractiva.
El envés de las hojas es de tonalidad pálida y carecen de brillo. Las hojas más maduras muestran un color verde oscuro muy intenso y menos líneas blancas.
Foto de: https://plantayflor.blogspot.com
La necesidad de humedad ambiental y gozar de una estancia con buena luz pero sin sol, es el mismo principio esencial que requieren todas las Filodendron.
Esas sencillas demandas la hacen perfecta para cualquier zona de una habitación, además de su porte comedido.
La intensidad del variegado o líneas que muestra el follaje se hace más intenso cuanta más claridad reciba.
De modo que si notamos que pierde algo de potencia en su color es porque necesita de más intensidad de luz.
La limpieza regular de su follaje ayuda a que muestre siempre un bonito color lustroso y lozano.
Es importante mantener el sustrato con una ligera humedad en todo el periodo de calor, aportando al agua un poco de fertilizante cada dos semanas.
En climas templados donde no puedan sorprender las heladas se podrá cultivar al aire libre, siempre en lugares donde disfrute de sombra en todo momento.
Sólo hay que trasplantarla cuando sea evidente que el ejemplar ha crecido demasiado para su recipiente o que las raíces han colmado totalmente el recipiente.
Para reproducirla es bastante sencillo, generalmente la mata origina diversos brotes a su alrededor.
Basta con tomar alguno de ellos cuando tengan un tamaño manejable y porten algunas raicillas y plantarlos de manera individual o en conjunto en un contenedor, con un buen sustrato y no sea demasiado grande.
Vía: plantayflor.blogspot.com.es/ :-: Autor: Carmen Pereira