La Schefflera arborícola es una planta de hoja perenne de la familia Araliácea, originaria de algunas islas chinas, muy utilizada como planta de interior, resistente y fácil de cuidar, que puede crecer tanto de manera independiente como epífita de otras plantas, como liana leñosa.
La Schefflera cuenta con un tronco leñoso muy flexible, que puede alcanzar los dos metros de altura con facilidad. Sus hojas son digitadas, formadas por siete o nueve foliolos ovalados, que se juntan en un punto central del que parte un fino tallo que las une al tronco, formando una especie de palma que puede llegar a medir 20 centímetros de diámetro. Su color es verde claro brillante, aunque existen variedades que pueden presentar matices amarillos.
Florecen durante la época estival, de junio a octubre, con racimos de pequeñas eflorescencias formadas por umbelas de color amarillo y cinco pétalos, donde después se desarrollarán los frutos, unas pequeñas bolitas de color amarillo que se vuelven negras al madurar.
Cuando la Schefflera está muy desarrollada puede presentar raíces aéreas, que suelen trenzarse para formar troncos decorativos.
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La planta necesita bastante luz, aunque mejor si es indirecta. Respecto a la temperatura, necesita que sean templadas, entre 10 y 25 grados, puesto que se trata de una especie tropical y prefiere suelos húmedos, evitando los encharcamientos, que son perjudiciales para la mayoría de las plantas.
Se reproducen en primavera, mediante esquejes de tallo.
Vía: plantasyjardines.es :-: Autor: Flordeguisante
