Icono del sitio Blog Patricia López Diseño Floral

DIANTHUS

La mayor parte de las especies de Dianthus poseen hojas de diversas formas: angostas, anchas, acintadas, que van desde el verde pálido, al verde mate, pasando por el verde azulado, que emergen desde una densa masa basal de baja altura. Forma parte de la familia de las Caryophyllaceae.
La especie procede del sur de Europa, principalmente de la zona mediterránea donde gozan de un clima propicio para su desarrollo.
Todas las variedades tienen en común que forman matas poco ramificadas, pero con muchos tallos de porte erguido, al final de las cuales aparecen aisladas las flores. Las nuevas variedades hibridadas dan como resultado plantas mucho más compactas, follaje de intensa tonalidad, una floración profusa y mayor resistencia al frío o al calor.


Las pequeñas flores de esta variedad se encuentran en una espectacular exhibición de colores, que van desde el rojo asalmonado o carmín, pasando por diversas gamas de rosa, o blanco, aunque por lo general muestran una colaboración bicolor que las hace muy llamativas. Se encuentran flores sencillas o dobles según la variedad.
Su período de floración es bien extenso pudiendo hacerlo desde la primavera hasta la llegada del otoño; pese a ser una planta de naturaleza perenne se la cultiva como anual desechándola tras la floración.
En relación a las riegos la Clavelina debe regarse con moderación durante el período vital, teniendo especial precaución cuando se cultiva en maceta.
Estas plantas amantes del sol no son demasiado exigentes en cuanto al tipo de suelo, si bien prefieren que sea ligeramente alcalino y que éste sea poroso de forma que no retenga agua, ya que esto le perjudica enormemente mientras que su falta lo soporta mejor.
Las exposiciones soleadas son imprescindibles para que alcance una abundante floración, la ausencia de sol o al menos de una iluminación muy intensa hace que la floración no aparezca o sea muy pobre.
Por lo tanto es de entender que en dentro de una habitación es improbable que florezca y, si se coloca una clavelina ya florecida su vida será corta y no producirá más flores.
Su etapa de floración se puede alargar notablemente retirándole todas las flores a medida que se marchitan.
La multiplicación se puede realizar por esquejes a finales de verano. Se cortan los tallos con un par de hojas y se ponen a enraizar en un ambiente cálido; esta operación no resulta demasiado difícil.
También se propaga por semillas que tardarán en germinar un par de semanas, el sembrado de la Clavelina permite hacerse casi todo el año.

 

 
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