Popularmente es conocida por los nombres de Buvardia, Bouvardia.
Sus hojas son glabras, casi persistentes, ovales alargadas, más claras en la cara inferior.
Sus flores están reunidas en un corimbo terminal y son de blanco, rosa o rojo, según especie. Son flores perfumadas, parecidas a las flores del jazmín, pero más duraderas.
Su floración es en otoño.
Necesitan mucha luminosidad, a pleno sol.
En las regiones septentrionales teme las heladas.
Necesita de un sustrato rico y bien drenado; si se cultiva en maceta, mezcla de mantillo, turba, arcilla y arena.
El riego debe de ser frecuente y copioso durante el verano y también durante todo el período vegetativo; en invierno reducir los riegos. Teme el exceso de agua.
En el invierno se debe podar fuertemente y también debéis saber que es muy sensible a los ataques de pulgón, mosca blanca y cochinilla algodonosa.
Multiplicación: a finales del invierno por semillas; por esqueje de jóvenes brotes o de raíces (poner en una mezcla arenosa).