Se la conoce popularmente como ‘Zamioculcas‘ o ‘Zamioculca‘, siendo su nombre científico el de Zamioculcas zamiifolia. Este deriva de la semejanza de su follaje con el del género Zamia. Pertenece a la familia de las Aráceas y es nativa de las zonas africanas de Tanzania, Zanzíbar, Kenia y Sudáfrica.
Las Zamioculcas son plantas vivaces arborescentes con caudex, también conocido como lignotubérculo, término botánico que describe una forma de la morfología del tallo, en el que aparece como un alargamiento o engrosamiento esferoide, frecuentemente leñoso, de la corona radicular o eje del tallo de una herbácea. Este funciona como almacenador de agua.
Como planta herbácea, la Zamioculcas zamiifolia posee un follaje perenne, formado por tallos de color verde que pueden superar fácilmente el metro de longitud en estado adulto. Son tallos esbeltos, engrosados en su base y del que salen sus hojas de forma alterna de entre cinco a quince centímetros de longitud, son elípticas, gruesas y de color verde oscuro y brillante.
Las Zamioculcas zamiifolia pertenecen a este grupo de plantas que en muy poco tiempo han cautivado el interés de los aficionados a las plantas ornamentales hasta tal extremo, que durante la última década ha crecido enormemente su volumen de comercialización. Su robustez, elegancia exótica de sus hojas, porte esbelto y otros muchos atributos, son parte esencial de su éxito como planta ornamental. Pero la agradable sorpresa viene cuando una vez en el hogar las Zamioculcas zamiifolia responden creciendo lentamente pero de forma segura e incluso resistiendo condiciones en algunos casos extremas en cuanto a falta de luz se refiere.
Su floración carece de interés ornamental y además de pasar desapercibida aparece raramente como planta de interior. Son flores unisexuadas con espata muy parecidas a la del Anthurium o el Spathiphyllum. De color amarillo brillante, de entre cuatro a siete centímetros parcialmente ocultos entre las bases de sus hojas. Esta floración suele producirse entre los meses de mayo hasta octubre, según la climatología y edad de la planta.
Uno de lo éxitos del buen comportamiento de las Zamioculcas zamiifolia en el interior del hogar, consiste en no cambiarla de sitio una vez elegida su ubicación. La planta, con el tiempo se irá aclimatando y comenzará con su lenta pero constante emisión de hojas… siendo cada vez más largas y con foliolos más anchos.
Es importante saber que la ubicación de las Zamioculcas zamiifolia tanto dentro del hogar como en el jardín, debería de situarse en aquellas zonas más iluminadas y siendo su rango idóneo de temperatura entre los 10 y 18 grados centígrados.
Las Zamioculcas zamiifolia no toleran bien el exceso de riego, por lo que deberemos distanciarlos lo más posible evitando las aguas muy calizas. Durante su período vegetativo más activo, que se sitúa entre los meses de marzo a octubre, podemos aprovechar los riegos para realizar un abonado al mes.
Su crecimiento es relativamente lento, encontrándose en los centros de jardinería, gardens center, grandes superficies, floristerías y tiendas especializadas, en macetas con plantas más o menos voluminosas en función del tamaño de estas. Estos tamaños se encuentran con una altura de follaje de entre los 30 centímetros a poco más de un metro.
Si queremos transplantala a una maceta mayor, se recomienda utilizar un substrato de los denominados ‘universal’ con buen drenaje. Es importante mantener relativamente seco el substrato durante el invierno, recordemos que es una planta que mantiene sus propias reservas de agua. En cuanto a la humedad ambiente, en el caso de que sea muy baja, no le viene mal pulverizar el follaje con cierta frecuencia.
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