Sinonimia: Carissa macrocarpa – Arduina grandiflora – Carissa africana
Nombre común: Carisa – Ciruelo de Natal
Resulta un pequeño arbusto bien conocido por su vigoroso crecimiento y sobrada robustez, lo que hace que habitualmente se emplee en jardines de entornos severos.
Otro uso acostumbrado es como seto separador gracias a lo espeso y compacto de su follaje, aunque su crecimiento es bastante pausado.
Tiene una resistencia impresionante y se puede enfrentar a emplazamientos arenosos.
Es inmejorable para la creación de pequeños árboles con formas decorativas, o bien producir muestras enanas, empleando la técnica que detiene su crecimiento con carácter decorativo, conocida como bonsái.
El follaje permanece siempre en la mata. Pertenece a la familia de las Apocynaceae y es natural del sur de África y Mozambique.
El ramaje produce espinas puntiagudas que nacen a pares desde el mismo brote, de unos 3 cm de longitud o incluso algo más.
Los frutos son comestible y poseen propiedades realmente valiosas, motivo por el que se emplean en muchos lugares como parte del alimento cotidiano, además con ellos se elaboran mermeladas y confituras.
Incluso de las raíces se obtiene una provechosa utilidad medicinal.
Las hojas de textura correosa nacen de modo opuesto, son ovaladas, lustrosas, fuertes y de color verde oscuro.
Casi todo el año se puede disfrutar de una floración que emite una fragancia dulce muy agradable, con mayor intensidad durante la noche.
Las flores de nacimiento solitario o en agrupaciones reducidas poseen una textura cerosa, son de color blanco puro y compuestas por cinco pétalos abiertos.
Es una planta que goza de una buena robustez, no obstante las plantas cuando son aún jóvenes se les deben facilitar cierta protección ante el frío intenso.
Tolera bien la falta de agua en el sustrato y los emplazamientos cercanos al mar por su buena fortaleza ante la salinidad en ese tipo de áreas.
Requiere de emplazamientos soleados para florecer de manera óptima y continuada, así como para la producción de frutos; en espacios de sombra progresa bien pero no florece.
La floración da paso a unos grandes frutos ovalados semejantes a ciruelas, en principio verdes y luego rojos al madurar.
Regar de manera moderada, nunca con grandes cantidades de agua ni demasiado a menudo, es mejor dejar que el suelo se seque ligeramente y regar después un poco.
Con el tiempo su crecimiento se puede volver desordenado, entonces será necesario darle una conveniente poda que recibirá muy bien.
Esta labor se realiza cuando la planta está libre de flores y frutos.
Se puede emplear tanto esquejes o semillas en su reproducción, que se hace al final del invierno. Es posible que tarde bastantes semanas en arraigar.
Vía: plantayflor.blogspot.com.es/ :-: Autor: Carmen Pereira