
Los cuidados que requiere
Cuanto más grande sea el número de flores por debajo de las hojas, más abundante florecerá la planta.
Las corrientes de aire y los cambios de temperatura no los admite, al igual que un clima cálido, por eso, se recomienda no situarla en un ambiente mayor a 20º C. Prefieren sitos sombreados, frescos y húmedos.
No se aconseja colocarlos a la luz directa del sol, ya que este factor provocará que se marchite de forma más rápida.
Aunque requiera mucha agua, el exceso de humedad no le conviene. Se recomienda echar el agua en un platillo y dejar que la absorba durante 10 minutos. Evita regar el centro de la planta.
Abono y multiplicación
Este tipo de especies necesita un fertilizante líquido, que se añade al agua de riego cada 15 días, durante el crecimiento y cuando esté en flor. Pero si te supone mucha molestia, puedes optar por una forma más cómoda de hacerlo, mediante la inserción en la tierra de barritas fertilizantes, que tienen el mismo efecto.
Su amplia variedad
El ciclamen, también llamado Violeta Persa, es un género de plantas bulbosas de la familia de las primuláceas. Tiene más de veinte variedades, pero su especie más difundida como planta interior es Cyclamen Persicum. Procedente de Asia Menor, esta planta se compone de vistosas flores rosas, blancas o rojas con forma acampanada; sus hojas son muy grandes y con forma redonda. Otra modalidad es el Ciclamen Cilicium, que se diferencia de otras plantas por el tono magenta que tiene en la parte interior y los ribetes plateados de los pétalos. Su forma es ovalada y no llega a medir 5 cm. Pero existen muchísimas más, aptas para todos los gustos. Aunque creas que no puedes sacar provecho de tu ciclamen, la combinación de sus múltiples variedades llenará de colorido tu hogar. Es sólo cuestión de paciencia y un poco de empeño.