Sinonimia: Erodium x variabile – Erodium chamaedryoides
Nombre común: Geranio alpino
Si se busca una planta con encanto y de tamaño pequeño para una terraza o balcón ajustado, la Erodium es la indicada.
Otra situación también muy apropiada es un contenedor ancho y de baja altura.
Es sin duda una pequeña planta de gran vistosidad, muy elogiada por su desbordante floración durante toda la temporada.
Este género está íntimamente relacionadas con los geranios y comparten la misma familia compuesta por la Geraniaceae.
La planta forma reducidos montículos compactos que la hacen muy oportuna para formar parte de un jardín de rocas o bien cualquier espacio ajardinado dedicado a plantas de crecimiento bajo.
Pese a que su pequeño tamaño y aspecto puede hacer pensar que es una planta delicada, en realidad es bien distinto, ya que goza de una buena resistencia al calor y a las sequías ligeras.
Su tamaño casi minúsculo hace que se acople perfectamente en las grietas de muros o paredes que rellenará en poco tiempo, formando una densa cubierta vegetal.
Las hojas poseen una naturaleza perenne, tienen forma de corazón y los bordes rizados, la superficie ligeramente peluda y un suave aroma.
Desde finales de primavera hasta casi finales del verano produce pequeñas flores que exceden la altura de la masa del follaje.
Las flores aparecen solitarias pero cubren la mata de forma copiosa. La unión del verde oscuro del follaje y el rosa alegre de la floración conforman un encantador contraste.
Cada flor está constituida por cinco pétalos abiertos, no fusionados, de color rosa brillante y venas más oscuras que destacan. También se dan plantas con flores de color rosa pálido y blanco.
Prefiere suelos húmedos y bien drenados, con exposiciones soleadas, aunque se adapta a la perfección a los lugares de sombra parcial.
Los riegos deben ser generosos, sin anegar el suelo, pero sí regando de manera que el suelo mantenga cierta humedad, principalmente en los períodos de calor.
Las matas bien desarrolladas se pueden dividir en primavera para hacerse con nuevos ejemplares.
Las plantas de este género no conviene tocarlas después de plantarlas a menos que sea absolutamente necesario, ya que si se tocan las raíces de las plantas que se están asentando difícilmente formarán nuevas raicillas.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira