La Fresia tiene su origen en África meridional, pertenece a la familia de las Iridaceae. Su nombre científico es Fressia x hybrida y es conocida por los nombres de Fresia, Fresias y Fresillas.
El nombre genérico deriva del naturalista T. Freese, que vivió en el siglo XIX. Puede alcanzar una altura de hasta 30 cm., sus hojas son estrechas, de color verde oscuro, con una longitud de unos 15 cm. Sus flores son campanadas de 3-4 cm. de largo, reunidas en inflorescencias.
Hay flores de todos los colores y son bastantes perfumadas, la época de floración es en primavera.
Usos de la Fresia
En jardín, en rocallas, en macetas, para flor cortada y como planta de interior.
Como flor cortada dura mucho tiempo, prodigando su delicioso aroma.
Luz
Sol y semisombra. Es mejor ponerlas en semisombra que al pleno sol, puesto que éste puede deteriorar las flores con facilidad, especialmente en climas calurosos.
Temperatura
No resiste las heladas. Las variedades de fresias que florecen en invierno necesitan protección para desarrollarse, pero en la actualidad existen versiones que florecen a finales del verano.
Suelos
Las fresias requieren un suelo ligeramente ácido y con abundante materia orgánica.
Plántelos en otoño, a una profundidad de alrededor de 5-8 cm. y con una separación de 10 cm. Quedan mejor si se plantan en grupo.
Riego
Cada 2 ó 3 días durante la brotación y la floración, después obligue a la planta a entrar en receso vegetativo, suspendiendo el agua.
Abonado de la Fressia x hybrida
Aportar un poco de abono complejo algunas semanas antes de la floración. Una vez se seca el follaje, desenterrar los bulbos y conservar en ambiente seco, pero fresco, hasta el otoño, en el que pueden de nuevo ser plantados. Es frecuente no aprovecharlos de un año para otro y se tiran, ya que la floración decae.
Plagas y enfermedades
Poco afectada por parásitos.
Multiplicación
Por división de bulbos, mediante semillas.
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