Sinonimia: Dissotis rotundifolia – Dissotis plumosa – Osbeckia rotundifolia
Nombre común: Dama rosa
Su área de distribución es bastante amplia ya que abarca numerosos países de África, donde se desarrolla en zonas húmedas, por lo general pantanosas o cercanas a cursos de ríos.
También se la puede encontrar con enorme facilidad en los bordes de caminos y en zonas boscosas creciendo de manera desbordante y sin pegas.
Aunque resulta una planta muy apropiada para cubrir extensas zonas de terreno carente de vegetación por su poder cobertor, hay que tener bastante cuidado que su progreso no rebase el límite fijado.
Tiene una naturaleza perenne y fama de ser altamente invasiva, dominando terrenos cercanos en poco tiempo dado su rapidez de crecimiento, superando el la zona delimitada para su desarrollo.
Teniendo en cuenta este indicio, lo más adecuado es fijar el espacio para su desarrollo para no sufrir sorpresas inesperadas.
De los largos tallos rojizos y peludos surgen pequeñas pero vistosas hojas tiernas de corto peciolo de las que destaca su color verde fresco y lustroso.
Las flores surgen en el extremo de los tallos de manera solitaria, se componen de cinco pétalos de color púrpura.
Tienen la peculiaridad de tener una vida efímera, pero es tal la abundancia de nuevos brotes que casi no se aprecia la falta de unos cuantos elementos.
La característica principal de las flores consiste en el diseño diferente de sus estambres, por una parte están los que tienen los filamentos cortos y son de color amarillo, y otros más largos con los extremos púrpura.
Esta propiedad es algo habitual en muchos de los componentes de la familia de la Melastomataceae, como por ejemplo la Tibouchina urvilleana.
Es algo habitual en esta planta que presente floraciones de manera intermitente a lo largo de todo el año
Le gusta los emplazamientos soleados y se adapta bien a la sombra pero florece en menor medida.
Si la mata se tiene que enfrentar a una fase de calor intenso los riegos deben ser más copiosos.
Suele usarse en la medicina popular, pero el empleo con fines terapéuticos de esta especie hay que concedérsela únicamente a los especialistas y no hacerlo por iniciativas propias.
La facilidad para reproducirla es simplemente de lo más elemental, sólo hay que tomar algunos esquejes y plantarlos directamente en el lugar escogido, bien sea en el suelo de jardín, una jardinera, maceta, etc. o lo que será su lugar definitivo.
La división de la planta en unas cuantas porciones ofrecerá un buen número de ejemplares, las semillas son otra opción para reproducirla.
Vía: plantayflor.blogspot.com.es :-: Autor: Carmen Pereira