Nombre botánico: Pittosporum tenuifolium ‘Variegatum’
Otros nombres: Pittosporum tenuifolium
Nombre común: Pitosporo variegado – Pitosporo manchado
Familia: El género Pittosporum está compuesto por más de 200 especies algunas de ellas muy importantes en jardinería.
Origen: Nueva Zelanda.
Cualidad: Generalmente en jardín se emplea como planta solitaria o formando grupos, setos o barreras bajas. Es una planta excelente para zonas costeras cálidas.
Condición: Perenne.
Descripción: Este es un arbusto de bajo mantenimiento cuyo crecimiento erguido puede lograr los 2,5 metros de alto y una notable anchura.
Logra adquirir una bonita figura redondeada compuesta de finos tallos de color rojizo que se copan de brillantes hojas pequeñas, ovales, de color verde claro con los márgenes tintados de blanco cremoso, aunque puede presentar otras tonalidades según la variedad.
Son característicos los bordes ondulados de las hojas.
Disponer: Puede mejorar perfectamente en una maceta de la misma manera que en suelo, sólo que en el primer caso contendrá su crecimiento.
Periodo de floración: Hacia mediados de la primvera. La floración ornamentalmente hablando no aporta mayor vistosidad a la planta.
Flor: Las flores surgen solitarias o en pequeños grupos en las axilas de las hojas, son pequeñas, acampanadas, con cinco pétalos de color morado rojizo.
Situación: Un buen lugar para ubicarla es en una zona donde reciba pleno sol directo o incluso con algo de sombra parcial. El mejor efecto matizado de las hojas se consigue en situaciones soleadas.
Singularidad: La floración disfruta de un delicioso aroma dulce que resulta mucho más intenso durante la noche.
Riego: El suelo se debe regar en profundidad regularmente, permitiendo que mantenga una ligera humedad en todo momento, siendo más necesario en los periodos de calor.
Poda: Al finalizar su periodo activo se le debe proporcionar un recorte para que mantenga una forma y aspecto armonioso.
Cuidados especiales: No resiste el frío demasiado severo, pero puede soportar algunos grados bajo cero si está a resguardo del helado viento.
Requiere de suelos fértiles, bien drenados, y que se mantengan en lo posible con una cierta humedad, pero sin encharcamientos.
Abonado: Lo mejor es emplear un fertilizante de liberación lenta a comienzos de la temporada.
Frutos: En otoño produce unas cápsulas leñosas con semillas en su interior.
Reproducción: En verano si se desea se puede realizar la propagación a través de esquejes semi-leñosos. También es posible hacerlo mediante semillas.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira