Nombre común: Tillansia Samanta – Planta del aire
Las Tillandsias son plantas únicas en cuanto a su aspecto exótico tremendamente decorativo. Deben su nombre al médico y botánico sueco Elias Tillandz, que vivió en el siglo XVII.
La Tillandsia ‘Samantha’ es un nuevo cultivar muy bien acogido en el mercado de la floricultura y ha sido merecedora de diversos premios internacionales.
Procede de Estados Unidos y pasa a unirse al buen número de especies e híbridos que conforman este interesante grupo.
La planta conforma una roseta grande y armoniosa de largas hojas brillantes de color verde pálido curvadas hacia dentro.
Del centro de la roseta surge erguido un tallo vigoroso con numerosas espigas florales, formadas de brácteas de una delicada coloración rosada que al abrirse muestran pequeñísimas flores amarillo pálido.
En realidad, aunque las Tillandsias pueden parecer plantas de cultivo complejo y necesitadas de muchos requerimientos no es así, les basta con gozar de una elevada humedad ambiental. Hay que recordar que estas plantas toman la humedad del aire a través de sus hojas.
La humedad es transcendental, pero no por ello hay que saturar el sustrato, sus necesidades se encuentran esencialmente en el entorno, si el suelo se mantiene empapado la planta acabará pudriéndose y morirá.
Una buena costumbre «anti olvidos» es tener cerca de la planta un pequeño frasco pulverizador con agua, de ese modo se puede humedecer el entorno con comodidad y frecuencia, el ejemplar lo agradecerá.
Se debe abonar regularmente con pequeñas cantidades de fertilizante durante toda la estación de crecimiento, abandonando su empleo en el periodo frío.
Si se la acomoda en un lugar de la casa que tenga una atmósfera húmeda o la menos que esté alejada de alguna fuente de calor, la planta se desarrollará sin ningún problema.
Tiene una necesidad de luz fuerte, pero si recibir el sol de forma directa, en una estancia no demasiado lejos de una ventana se encontrará perfectamente.
Como sucede con todas las Bromeliáceas el rosetón de hojas se extingue poco a poco después de la floración, pero para entonces ya habrán surgido algunos vástagos alrededor de la base que se pueden separar para crear nuevas plantas.
Estos retoños no producirán flores hasta que cuenten con dos o tres años. Si la planta se encuentra al aire libre hay que guarecerla en el interior durante los días fríos.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira