Phalaenopsis es una planta de la familia de las orquídeas, quizá la más conocida de todas gracias a sus esbeltas y preciosas flores que semejan mariposas.
También conocida como la orquídea mariposa por su apariencia a dicho insecto. Cuando florecen parece que vuelen sobre la planta una bandada de mariposas, dando a cualquier rincón un encanto único. De hecho su nombre científico Phalaenopsis, proviene del griego ‘Phalaina’ (polilla) y ‘opsis’ (similar).
Flores
Debido a la multitud de variedades de esta orquídea podemos encontrar flores de color morado, rosa, salmón, blanco, amarillo e incluso azul y si esto fuera poco, existen también flores moteadas o con rayas. Con el cuidado adecuado, la floración de la Phalaenopsis puede durar de 2 a 6 meses y además florecer incluso de 2 a 3 veces por año.
Cuidado de la Phalaenopsis
Ha de estar en un lugar con suficiente luz, pero evitando el sol directo sobretodo el comprendido entre abril y octubre. Además esta planta nos indica cuando regar, si las raíces son de color blanco, significa que necesita agua, procurando siempre que posean un verde intenso, ya que las raíces tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis.
Sumerge la maceta una vez cada 7 a 10 días durante unos 10 minutos en agua tibia, preferente de agua de lluvia para que las raíces puedan absorber la humedad. Habrá que tener cuidado también con el calor, sobretodo en invierno, cuando la calefacción está encendida, para ello rocía las hojas con regularidad para mantener la humedad ambiental.
Para que florezca en abundancia se puede abonar con un abono especial para orquídeas, ya que un abono de uso corriente podría matar a la planta.
Aunque la Phalaenopsis es la orquídea más conocida por todos, existen otros géneros de orquídeas igualmente bellas y a la vez extrañas, como ejemplo Cambria, Dendrobium, Oncidium o Vanda, todas ellas con un cuidado muy similar.
Vía: www.tuinen.es
Autor: Héctor Hernández