Los Rhipsalis son unos originales cactus que no proceden de las zonas desérticas, sino al contrario, de las selvas tropicales de Centroámerica y algunas islas del Océano Índico.
Como ocurre con las otras plantas tropicales, son epífitos, es decir, que viven sobre plantas de mayor envergadura y aprovechan su humedad.
Necesitan, por lo tanto, ambientes húmedos y climas que no soporten temperaturas inferiores a los 0 grados. No aguantan el sol directo, aunque necesitan abundante luz.
Existen 35 especies diferentes de rhipsalis y todas ellas se caracterizan por carecer de espinas y presentar un ramaje abundante. Algunas presentan talos estrechos y cilíndricos y otras planos y segmentados. Varias especies presentan vistosas flores de colores, como por ejemplo la Pluma de Santa Teresa.
Respecto a los cuidados de este tipo de plantas, no son muy exigentes. Su temperatura media ideal ronda los 18 – 20 grados. En lugares donde la temperatura es superior, se recomienda tener la planta en el interior de la vivienda; también durante el invierno, ya que se recomienda que no soporten temperaturas inferiores a 10 grados.
Conviene protegerlo de las corrientes de aire y regarlas de forma regular, siempre cuando la tierra está seca, ya que un exceso de agua les produce podredumbre. Agradecen las pulverizaciones de agua sobre el follaje. Respecto a los abonos, hay que procurar que sean pobres en nitrógreno.
Los Rhipsalis se reproducen con facilidad, plantando esquejes o fracciones de los tallos de las plantas segmentadas.
Vía: www.plantasyjardines.es
Autor: Maika