En la temporada de invierno tenemos que rediseñar el jardín de la casa y las inclemencias del tiempo nos obligarán a llevar muchas plantas al interior de nuestro hogar. Como parte de ese cuidado de plantas interiores, está a la orden del día el hecho de tener que cambiar de macetas, aunque esta tarea no es sólo exclusiva del invierno en realidad.
Para cualquier caso, vale la pena repasar unas cuantas consideraciones…
Replante o trasplante
Todas las plantas eventualmente necesitan ser replantadas o trasplantadas, así que un primer paso es evitar la compra de macetas muy enlazadas a las plantas, es decir, mira con atención y no elijas aquellas que tienen raíces enroscadas sobre la base del recipiente.
Para controlar adecuadamente repite este procedimiento periódicamente durante la vida útil de tus plantas, porque una vez que una planta sufre a nivel de raíz, verá su crecimiento restringido para siempre.
Cuidados al comprar
Cuando compras una planta también compra un contenedor que sea ligeramente más grande que el que la planta necesite en una primera instancia. Si no tomas la precaución la planta no responde bien y el potencial de la raíz puede verse afectado.
Cuidados al reutilizar contenedores
Cuando se utiliza una maceta que ya tenías, la limpieza es la clave: limpia a fondo mediante la aplicación de una solución a base de lejía 20% mezclado con agua. Luego enjuaga bien con agua corriente. Es importante limpiar bien los recipientes para evitar la transferencia de patógenos e insectos.
Cuando trasplantas plantas, coloca la tierra para macetas en el fondo del recipiente. Si el agujero de drenaje es grande, coloque un paño limpio, fragmento de tela roto, o cualquier pieza que filtre agua y que tenga un lado curvado hacia arriba, sobre el agujero. Esto promueve el drenaje y reduce la pérdida de tierra para macetas a través del agujero. No dejes las raíces expuestas al aire durante el proceso del trasplante. En su lugar, coloca rápidamente la planta en la maceta y rellena los lados con tierra lo mas pronto posible, recordando que las raíces no están preparadas para el aire ni para la luz abundante.
Vía: http://blogjardineria.com
Autor: Escarlata