Nombre común: Trompetas púrpura
Este es un arbusto de moderada envergadura y naturaleza perenne, goza de gran robustez y un frondoso follaje salpicado de una nutrida floración.
Posee un ramaje denso y erguido, con un hábito de crecimiento abierto que hace esta planta adecuada para crear setos informales o bien en disposiciones solitarias.
No requiere de entutorados o guías, pero si de algún recorte para que los tallos se mantengan equilibrados.
Forma parte de la Acanthaceae, una de las familias botánicas, más empleadas en jardinería, gracias a la multitud de especies bien conocidas por sus espléndidas floraciones muy ornamentales.
Lo más significativo de esta planta y por que merece la pena cultivarla es que su floración se puede producir durante todo el año, casi de manera ininterrumpida.
Pero es en la segunda mitad del verano cuando produce un auténtico estallido de flores que cubren buena parte de la planta.
Otra cualidad muy importante es que no requiere de apenas cuidados dado que es una planta de gran resistencia, tanto a las altas temperaturas como a soportar sequías incluso prolongadas sin que se resienta su desarrollo.
Las vigorosas ramas se colman menudas y ovales que nacen en pares opuestos, de cortos peciolos y color verde oscuro, con los bordes levemente ondulados.
Produce densos racimos de pequeñas flores atrompetadas, de cinco pétalos fusionados de color azul lavanda y la garganta azul púrpura que deja ver los sobresalientes filamentos.
Las flores tienen un aroma muy parecido al de la Lantana camara.
La ubicación más apropiada se encuentra a pleno sol, incluso durante el verano, aunque admite una incidencia de sol moderadamente matizada por el follaje de árboles.
Puede cultivarse en un contenedor grande para instalarla en un patio o terraza, pero de igual manera se debe colocar en una situación soleada.
Aunque sobrelleva bien la sequía agradece los riegos regulares en periodos de calor, con un pequeño aporte de abono quincenal.
Los riegos equilibrados favorece la exhuberancia del follaje.
Con la llegada del otoño y la floración ya concluida se puede practicar una poda en profundidad, eliminado toda la parte seca del ramaje, esto reforzará su crecimiento a partir de la primavera.
Se propaga mediante semillas, por lo general no dan problemas y germinan en poco tiempo. La división de la mata es otra opción.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com.es/
Autor: Carmen Pereira