Los bonsáis son árboles enanos en miniatura que llevan muchos años de preparación a base de recortar las raíces, ramas y hojas. Aunque hay muchos defensores de la naturaleza que están en contra de esta práctica, lo cierto es que para muchos resultan ejemplares muy decorativos para el jardín o la terraza.
El cultivo de los bonsáis proviene de la tradición oriental y exige una serie de atenciones especiales, ya que se altera la naturaleza de cada especie para evitar que crezcan. Muchas de las medidas que se deben implementar para el cultivo de bonsáis dependen de la especie del árbol elegido, pero existen una serie de cuidados básicos comunes para todos. Te los explicamos a continuación.
Riego
Como puedes imaginar, el riego es fundamental en el cuidado de los bonsáis. Así, es importante que tanto el tiesto como el sustrato proporcionen un buen drenaje, ya que se deben evitar encharcamientos a pesar de que el riego tiene que ser abundante. En verano hay que efectuarlo al menos una vez al día y en invierno una vez a la semana como mínimo. Si se comprueba que la tierra se ha secado, independientemente de la época del año, se debe incrementar la frecuencia. También se puede proporcionar humedad a través de otros medios: colocar la maceta en un recipiente grande con agua, pulverizar por encima…
Abono
Por un lado, la tierra se debe fertilizar al menos una vez por mes durante el período de crecimiento del árbol (entre primavera y el comienzo del otoño). El tipo de abono dependerá de la especie.
Poda
Además de la poda para dar forma al ejemplar con tijeras que se debe realizar en invierno, se tiene que realizar el pinzado, que consiste en quitar con los dedos las puntas de las ramas y el defoliado, mediante el cual se quitan las hojas de las especies caducas antes de que se caigan por si mismas.
Vía: http://jardinplantas.com/
Autor: Ana Pérez