Es una planta suculenta de condición perenne, también conocida por el nombre de Cuchara de cobre, originaria de Madagascar de donde procede la mayoría de especies que conforman el género.
Es un componente de la relevante familia de las Crasulaceae, compuesta por una enorme cantidad de especies, de las que muchas de ellas gozan de una enorme popularidad.
Esta variedad se cultiva por sus atractivas hojas y por las abundantes y coloridas flores. Forma una mata arbustiva y ramificada de pequeño tamaño ya que no suele exceder más allá de 1 m. de altura. Posee un crecimiento algo lento y puede tardar bastante en organizar una mata importante con un tronco.
Es una planta que agradece los cuidados aunque son pocos los que requiere, es muy resistente y dará excelentes resultados ubicada en una situación luminosa de interior, en una terraza o en el jardín.
Se puede cultivar al aire libre de manera habitual siempre y cuando los inviernos no sean demasiado rigurosos.
Produce un tallo principal grueso y robusto capaz de sostener una mata vigorosa, la parte baja del tallo tiende a quedar desnudo con el tiempo, mostrando un tejido rugoso con señales dejadas por la pérdida de las hojas.
Las hojas son gruesas y suculentas, ovaladas, acanaladas hacia dentro en forma de cuchara, de color verde grisáceo con tonalidades rojizas con una textura suave cubierta de una especie de cerosidad.
A causa del frío las hojas toman una tonalidad cobriza en el haz y el envés de color plomo.
Al inicio de la primavera surge la floración; las flores son pequeñas, alargadas y globosas, de color amarillo brillante, son llamativas debido a que aparecen de forma numerosa en racimos a lo largo de los extremos de los tallos.
Una vez que ha pasado el mejor momento de la floración y los racimos florales están ajados es hora de cortar desde lo más abajo posible del tallo.
Las plantas adultas se emplazan a pleno sol durante todo el año, mientras que las jóvenes estarán mejor en una situación de sombra luminosa o semi-sombra.
Se riega moderadamente y que el exceso de agua conduce rápidamente a la descomposición de hojas y raíces. Todo el género kalanchoe tolera mejor la falta que el exceso de agua, así que es mejor no regarla demasiado.
Se puede reproducir con facilidad prácticamente todo el año a través de esquejes apicales.
Se toman esquejes de unos 10 cm. de largo (se debe elegir tallos sanos y vigorosos), luego se insertan en una maceta pequeña con sustrato para cactus mezclada con arena gruesa.
Si se utiliza hormonas de enraizamiento se acelera el proceso de arraigo, pero no es imprescindible.
Vía: http://plantayflor.blogspot.com/
Autor: Carmen Pereira