La flor de cera es una de las plantas trepadoras más originales y espectaculares que he visto, una planta que pertenece al género Hoya, el cual tiene más de 200 especies de origen tropical. Se le conoce también como flor de porcelana, planta de cera o parra de cera, y tiene también varias especies. Su arbusto es sarmentoso, de porte trepador y tiene los tallos delgados.
Sus hojas son perennes, con forma ovalada y en color verde oscuro, y las flores son blancas o rosadas y muy perfumadas. La apariencia de las flores es preciosa, una compacta umbela semiesférica con aspecto de cera, por eso se le llama flor de cera. Florecen entre la primavera y verano y tienen una larga vida, siendo perfectas para decorar cualquier ambiente. Si el clima es cálido también pueden cultivarse en exteriores.
Cultivo y cuidados
– Iluminación: necesita estar en un lugar muy bien iluminado pero sin recibir de forma directa los rayos de sol.
– Temperatura: no resiste el frío, así que no puede estar a temperaturas inferiores a 10ºC. Los ambientes cálidos son los mejores para su cultivo.
– Suelo: el perfecto es aquel que tiene un sustrato que sea una mezcla de hojas y tierra de brezo.
– Trasplante: se recomienda hacer únicamente cuando la planta ya no quepa en la maceta, y siempre cuando llegue el final del invierno. No le sientan muy bien los trasplantes, así que cuantos menos mejor.
– Riego: debe ser abundante durante el verano y con menos frecuencia el resto del año, de forma que la tierra esté siempre húmeda pero no encharcada. Verás que está corta de agua porque las hojas se volverán acartonadas.
– Poda: no cortes los pedúnculos de las flores marchitas ya que es el origen de las flores que saldrán en la siguiente temporada.
– Abono: utiliza fertilizante mineral, cada 15 días en primavera-verano y una vez al mes durante el otoño, momento en el que es mejor que sea abono orgánico. En invierno no hay que abonar.
Vía: http://jardinplantas.com
Autor: Marian Otero